viernes, 2 de septiembre de 2011

Sus manos




Aún las veo pequeñas flotando en mi mente,
Como burla astuta llamando al recuerdo,
Su primer momento, ciegas e inocentes,
Buscaban curiosas sujetar anhelos…

Como segunda voz su piel, fresca premura,
Amolda el guante al que llore profundo,
Besé con ansia todas las texturas,
De sus nudillos, dientes prematuros…

Y me llaman sin vos y con más gestos,
Que una sonrisa grande y calurosa,
Que en su capricho acudí en momentos,
Donde las sombras duermen vaporosas…

Hoy son un nudo donde juramentos,
Enfurecidos me desgarra vana,
Como un martillo callan pensamientos,
Por no sentirse águila apresada…

La sombra sórdida que me refleja,
Muere cargada con polen de vida,
Que se mese suave en el aire y revelará,
Todas infamias de ésta mi semilla.

Como gran azote de legión antigua,
Que poso su canto al aire que lo atrae,
Cual si fuere magia todas las olivas,
Lloran cansadas, ¡no regresará!...

martes, 23 de agosto de 2011

Sangre otoñal

Como el paso que cae desfallecido,
En la estirpe carga de una vida florecida,
Y la sombra reflejada en cada agua cristalina,
Es el brillo de mis ojos como perlas mal heridas.

Y te ofrezco cada espacio de mi trémula madera,
Que respira de las sombras tus perfumes de pasión,
Y despide como llanto todas hojas venideras,
Para mandar con el viento a tu otoñal aceptación.

Se van, y sabios se visten de oro mis sentires,
Como sangre de los soles que se tiñen por tu piel,
Y terminan siendo alfombra de los oros mas sutiles,
Derramasen a tu paso, sangre y canticos de miel.

Hay roses blancos del viento en mis pieles,
Y huye tranquilo con sangre de oro en sus venas…

miércoles, 13 de julio de 2011

Inicio

    Soy residuo de hábitos prohibidos, Del rito cruel, del horizonte escaso, De las viejas costumbres, del ocaso, De cultos hostigados y vencidos. Memoria soy de todos los olvidos, Aborto de la noche y del fracaso, Camino que se pierde a cada paso, Refugio de los ídolos caídos. Soy ráfaga, perpetuo movimiento, Rescate de tu cuerpo a la deriva, Exilio de tu sangre y de tu aliento. Soy sombra que te aguarda fiel, lasciva, Serena en la quietud de tu aposento, Soy tu amante celosa y posesiva. Me llamas a tu lado, compañera, Y bordas en la noche mi fracaso Con letras de perfil turbio y escaso Que dicen la verdad de mi quimera. Me eximes de la duda y de la espera, Me evitas la agonía en el ocaso, Me obligas a beber el postrer vaso, Me pides sumisión fiel y sincera.

    A un paso del adiós definitivo, Depongo entre sudor mis armas rotas, Se cuentan a millares las derrotas De mi cuerpo lacerado y fugitivo. Sé que es tu último dardo y no lo esquivo, La bestia que hay en mí se vierte en gotas De estiércol que asimilas, y allí brotas Con rostro vigilante y gesto altivo.

    No me asusta la noche que atravieso, Ni el viejo corazón que ya no late, Porque hoy sé que mi destino era el regreso. Heridos por los años y el combate, Mis labios se refugian en un beso, perpetuo Como el sueño que me atrae. En el círculo eterno no hay mitades: Eterno es el morir que te libera del cuerpo, Vanidad de vanidades.

    Se deshace en ausencias el presente, Y el voraz apetito de lo sido Tolera algún desgarro en el olvido, Cual demonio insidioso e indulgente. He aprendido a ceñir olvido Y sólo quiero seducir A la noche que me abraza...